miércoles, 15 de febrero de 2012

De mi historia secreta 3

Hola blogueros y blogueces...

Hoy hablo del final de la historia de como llegúe a ser quien soy, y el catalizador que fue la escritura y la reflección, y de como una figura real (mi musa, Sonia) se volvió una parte subconsciente de mí que em ayudaba a darme cuenta de que era realmente un ser humano.

Nos quedamos en la parte dificil. Donde no encontraba mi camino en la vida y me preguntaba sobre mi propia humanidad, una pregunta que todo ser humano debe pasar y sino queda en la locura y la disosiación total o pensandose superior a los demás y creyendose un ser mesianico al que todos deberían mantener como ejemplo.

El balance de mi vida estaba totalmente inestable y descuadrado. No estaba en la escuela,  no creia en la amistad y me veia a mi mismo como un ser incapaz de amar o de ser feliz, por lo que yo creia era una "falta de humanidad".

Yo lo llamé un espiral.

Cada dia me levantaba y me veia como la misma persona, sin nuevas emociones, sin nuevas tareas, metas o sentimientos. Totalmente ajeno a la diversión, fantasia o placer de todos los demás, creaba escenarios en donde era "feliz" o tenia una mejor vida. E iba y regresaba... caia en los mismos errores y me lamentaba de haberlos cometido.


En el epítome de la reflexión escribí:


Hola.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos a los ojos sin que yo tuviera remordimientos, ni culpa, ni miedo. Después de darte esa primera carta, todo cambió drásticamente en unos segundos (en los que te la entregué). Cambió mi vida completamente, tanto que por mucho tiempo, todo mi tiempo significó la añoranza de tu recuerdo y de los momentos que pasé junto a ti. He analizado toda mi vida desde ese punto y realmente no se si fue ese hecho el que cambio todo lo que fui y soy ahora. Tal vez fue algo más. Tal vez fue el simple hecho de conocerte, o de entrar a esa escuela. Tal vez el destino nunca tuvo la intención de crearme, y ahora ha dejado que mis pasos me lleven a la miseria en la que vivo ahora.

El tiempo no pasa en vano, y ya no recuerdo vividamente tu cara, como antes. Ahora solo quedan fragmentos y tiempos sin rostros, recuerdos tristes, atmósferas huecas y sin sentido, que llegan a mí en sueños interminables. Solo queda la sombra de lo que realmente eres (o eras). Solo queda lo poco que aprendí de esta gran lección de vida. Solo las enseñanzas me quedan de esos pocos meses en que cambio mi vida completamente. Ahora tú formas parte de mí, pero en una forma distinta a la que yo creía (o quería), ahora sigues siendo mi musa y mi inspiración, y vives dentro de mí como representación de la poca esperanza que tengo por esta humanidad. Sigues dentro, inspirándome a tocar esas notas que me relajan, y me impulsas a vivir un día más, sin importar que tan vacía o sin sentido sea esta vida. Me has ayudado por mis peores momentos, y aunque ni siquiera te he hablado en años, sigues aquí en mi corazón, tatuada, como una estampa impermeable a la dura realidad.

Han pasado muchos años, y ya mi vida no tiene tanto sentido como lo tenía antes. Y los pocos sentimientos a los que me aferraba y el pasado que dejé atrás, ahora han desaparecido. Me he quedado vacío otra vez. Sin base ni fundamentos, sin vida misma. Mis poemas o esas notas musicales a las que tanto me aferro ya no tienen sentido para mí, ni para nadie, son escritos sin vida, que reflejan la vacuidad que existe en mi mente. Aun estas representada, pero de una forma diferente. Mi piel se quema con tu recuerdo… literalmente.

El único propósito de estas letras vanas es para que te quedes con un poco de los muchos sentimientos que me hiciste sentir, todas esas letras que he escrito están dirigidas a ti. En una forma u otra tu contribuiste a que todo esto pasara, contribuiste a que mi mente se expandiera como lo hizo y gracias a ti, experimenté las emociones mas profundas que alguien pueda vivir, pero la responsabilidad de todo lo que pasó y como mi miedo fue mas grande que mis sentimientos por ti, siempre cae en mis hombros,

Ninguno de los dos tuvo la intención de que nos conociéramos, el destino cruel hizo que nuestros caminos se cruzaran, incluso por unos meses. Pero gracias a todos esos momentos, ahora me doy cuenta de muchas cosas. La experiencia de vivir solo unos cuantos segundos contigo, fue todo lo que necesitaba para darme cuenta de cómo es sentir la verdadera vida, y gracias a eso experimenté sentimientos que nunca había experimentado antes. Gracias a ti, empecé a disfrutar la vida y a vivirla como debe de ser. Vi la belleza tal y como es, pero cuando mi miedo me corrompió sobre la estima que tenia hacia ti, la vida me expulsó a la cruda realidad, llena de sentimientos tan profundos y vanos como el miedo en si. Creció mi temor a todo gracias a esa carta. Te la di porque pensaba que así me liberaría del letargo que llevaba en mis hombros, pensé que mi vida cambiaría cuando tú vieras esas palabras, tan significativas para mí. Pero mi miedo a ver la verdad (buena o mala) me cegó y mi silencio me subyugó y me hizo vivir una vida de soledad. Todos esos sentimientos plasmados en esa carta, todos eran verdad, pero al ver mi futuro obscurecido por duda, mi mente me llenó de miedo y desesperación.

No podía ni siquiera verte a la cara, porque sabía que no lo merecía. Sabia que tú, al tener el conocimiento de mis sentimientos, tendrías que llegar a una decisión, que para mí era muy fácil. Yo sabía que mis posibilidades de estar contigo, se veían obscurecidas por la simple razón de que tú no querías estar conmigo. Eso me desesperó y mi mente quedó en duda por eso. Por mucho tiempo me pregunté si realmente tenia el derecho a quererte, si realmente era digno de un poco de amor y también esa duda me cegó y me llevo al mundo de miedo en el que me sumergí y gracias a él nunca mas pude verte a la cara sin sentir ese terror en mi corazón. Nunca supe que pasó con esa carta, y tal vez nunca lo sabré, pero mi error de abandonarme a mi mismo (tanto como abandoné nuestra amistad), nunca dejará de perseguirme y acecharme cada noche, mientras lagrimas invisibles caen en mi almohada.

Tal vez ese tiempo que viví en tu presencia inalterable y bella, no represente tanto para ti como lo hizo para mí, tal vez ni siquiera mi nombre te recuerde ningún sentimiento, ni ninguna señal en tu corazón. Tal vez nunca des un segundo de tu vida para poder recordar esos momentos en los que mi vida se consumía por ti. Pero eso no me molesta ahora, pues yo sé que la significación no es tan grande como los sentimientos. Yo sé que la más mínima parte de ti sintió algo cuando dejé de mirarte a los ojos, yo se que ni siquiera la persona mas vil y falta de corazón del mundo pudo mirar esa primera carta y no sentir ni siquiera un ápice de sentimientos. Recuerda que el odio también es una pasión y un sentimiento, y que si esas palabras despertaron tan siquiera un poco de odio en ti, entonces esa carta llegó a sus destinos, que eran tu corazón y tu mente. Puedo vivir tranquilo de que sentiste algo gracias a esas palabras, aunque fuera un poco de odio. Gracias al solo pensamiento de que tu sentiste algo con esa carta, mi complejidad se vio maximizada, pues mi gama de emociones se expandió tremendamente gracias a ti, tanto el odio a mi mismo, como el amor por otros, se exteriorizó gracias a esas primeras palabras.

Mi vida ha cambiado con el tiempo, y de alguna forma, sigue igual, la vida (tanto como la desesperación y la soledad) regresa a su origen. Ese momento exacto, tanto como el momento mismo en que te conocí, significó como un punto de partida para mi vida, pero ahora el cauce me lleva de regreso, formando círculos concéntricos alrededor de mi mente, como una sátira de todos los sentimientos que he vivido. Ahora soy un cuerpo sin alma, al que solo le quedan estas palabras para escribir. Ahora mis palabras no tienen sentido ni forma y aun me veo en el espejo, y me veo demacrado… no puedo dormir, no puedo dejar de pensar, de pensar en los sentimientos que me hiciste sentir.

Esas cartas, tanto los poemas y cuentos que nunca te di y que guardo con sentimiento, son como añoranzas lejanas y ajenas a mí, no viven más en mí esos sentimientos que llegaron tan adolescentemente. Todos los poemas que he escrito, de alguna manera, todavía tienen un poco de esos colores, que gracias a ti, encontré dentro de mí. Pero mi vida, como ya lo dije, ha regresado a esos sentimientos casi infantiles, en los que añoro un poco de dirección. Mi vida empezó contigo, porque tú me enseñaste a querer a alguien, y por lo tanto, me enseñaste un camino y una meta en la vida. Yo quería ser suficiente para poder tenerte, yo quería tener esa seguridad para poder hablarte de frente y poder superarme como persona, para poder decirte cuanto te quería. Gracias a ti, mi destino se marcó (o yo lo marqué), para ver mi vida significativa y con sentido. Tu me diste, gracias a los sentimientos que me hiciste sentir, un camino y una guía para vivir.

Ahora, gracias a el mismo río de emociones, y como cae en un circulo en el que estoy atrapado, no creo en el amor ni en la vida, pero aun así, trato de mantener el respeto a ellos, porque aprendí que tanto el amor como la vida tienen significados parecidos y que están ligados el uno con el otro, tanto que, sin amor ahora, mi vida no sigue, esta estancada, porque sigue moviéndose en círculos. Trato de salir de ese camino, con estas palabras, pero no espero respuesta ni palabras de culpa o lástima, solo espero que te des cuenta de cuanto mi vida fue afectada por tu sola presencia y así te des cuenta de que todo lo que hacemos en esta vida tiene repercusiones, tanto como yo me he dado cuenta de que mi propio miedo al rechazo, cambió mi vida para siempre.

La luna siempre ha sido una gran representación tuya para mí, pues cada vez que veía su faz, recordaba esos momentos significativos que pasé tan feliz (e infeliz) junto a ti, y tus rasgos y ademanes llegaban a mi mente con la luna llena. Pero ahora la veo y no siento nada, la veo como una simple roca que solo se mueve por fuerzas casi inexplicables. Que no puede dejar de moverse, pero solo por inercia. Ahora veo a la luna como una representación viva de mi mismo, y cuando trato de contemplarla, ansío volver a ver los sentimientos reflejados en mi corazón, pero solo veo mi poca capacidad para el éxito y todas mis fallas, me veo a mi mismo y recuerdo que estoy vivo, pero que no tengo nada para que vivir. Tengo alas fuertes, pero no tengo un lugar donde volar y me sigo moviendo, pero es casi por inercia.

Mi fracaso en la vida es más grande que mi vida misma y el ciclo se completa otra vez. Mi vida regresa a sus orígenes y a su inmadurez sentimental. Llega al punto en el que estoy ciego otra vez, llega al punto en el que ya no hay regreso. Cada vuelta regresa mi vida a su fin y a su empiezo y quedo solo y confundido en un mundo que no comprendo: vivo, pero muriendo, cruel y compasivo a la vez, lleno de amor así como lleno de desgracias, apatía, muerte y vacío, y donde solo los sueños me confortan y añoro vivir en ellos.

Ahora después de tantos años, mi vida ya no tiene significado ni gloria, ahora tu recuerdo ya no vive mas en mi mente, y mis sentimientos me acechan en las noches. Por eso es porque digo que mi vida cambió cuando te conocí, porque ahora mi vida ha degenerado en un ser sin mente propia y sin letras significativas. Ahora todas estas letras que escribo solo son como anécdota de todo lo pasado, pues mi vida no significa ya nada de lo que esta plasmado en esta carta.

Estoy seguro de que tú también lo has vivido, de que tu vida también ha llegado (o llegará) a un punto en que la significación se pierde y todo lo que queda eres tu misma, en un teatro de sombras, sola, sin vida y con sentimientos aflorantes. Se que por un solo momento en tu vida, tu has sentido lo mismo que yo siento ahora, pues la humanidad nos llega (casi irónicamente), a todos los humanos, y la verdad solo queda revelada cuando has sentido eso, cuando tu cabeza se llena de tantos pensamientos y sentimientos, que piensas que vas a explotar, y cuando solo las lagrimas llegan a un poco de significado y que sientes tanta desesperación que tu vida no tiene sentido. Ahí es cuando la verdad te llega de pronto y te llena de decepción y mentiras.

Todo este tiempo he añorado poder verte algunos segundos mas, pero mi mente ha sido tan cambiada por el tiempo y esta tan llena de cicatrices, que me da miedo no reconocerte. Mi mente ha cambiado tanto tu imagen, que ahora solo queda la representación de lo que me hiciste sentir. Tu cabello llega a mi mente en sueños, pero despierto y me doy cuenta que esas imágenes son solo estampas, representaciones sin sentido de lo poco que queda en mi mente para recordarte. Me doy cuenta ahora de que el conocerte tal vez solo me sirvió para desarrollarme mentalmente y sentimentalmente, pues si volviera a verte, tal vez se perdería toda razón a la que he llegado, tal vez el pedestal en el que te puse como persona grata y casi perfecta que me enseño a querer, se derrumbe y caiga a la realidad cuando te vea otra vez. Tal vez has cambiado tanto como yo lo he hecho, y la vida te ha corrompido tanto como lo hizo conmigo, pero tu esencia de seguro es la misma y tal vez tu mente ha sido tan renovada como la mía, pero yo se que esa persona que yo conocí, sigue ahí.

Espero que cuando esta carta sea leída (si es que es leída por alguien más que yo), tenga algún significado para ti, que no se vea solo como palabras al aire, pues todo mi esfuerzo por mantener un discurso significativo y coherente, ha sido puesto en esta carta. Todas estas letras tienen significado para alguien y mi vida esta en que tengan algún significado para ti. Espero que cuando la leas o si es que llegas a un estado como el que yo estoy (aunque no le deseo a nadie esta desesperación), llegues a entender lo que trato de exponer en esta carta y veas que toda mi vida en estos años, ha sido plasmada aquí.

Espero que cuando recibas esta carta, te encuentres bien y centrada, que tu salud o tu mente no comprometan las palabras plasmadas aquí y que mis sentimientos no afecten ni nublen tu visión de mi, y si es que aun me recuerdas, que estas palabras no cambien los recuerdos que tenias de los momentos que pasaste en esos años (aunque sean malos recuerdos, no pretendo cambiarlos). Espero que vivas feliz y que tu vida tenga todo lo necesario para disfrutarla y que este llena de eso mismo, vida.

Y que tus alas no pesen tanto como las mías y que el vuelo siga haciendo tu vida maravillosa.


Sigma – Ernesto



Despues de esto, llegué al final. Era casi una carta de despedida. Y junto con esta carta, escribí varias a mis amigos y familia, las cuales ya no existen y que fueron destruidas junto con esos pensamientos adolescentes. Pensé, como muchos pensamos, que el final era inminente cuando uno no se ve reflejado en otras personas similares.

Y al final... llegó un principio. Realmente todo acabó ese dia. Ese dia en que me cansé. Me cansé de la autocompasión. Me cansé de mi mismo. 

Y todo empezó a cambiar desde ahi.

Toque fondo.

Acepté que para cambiar mi vida, no debia cambiar yo... no debia ser alguien más, no debia ponerme mascaras, no tenia que hacer que me aceptaran. Tenia que simplemente vivir mi vida.

No quejarme.

No  crearme ilusiones vanas.

Y aprender a aceptarme y aceptar a los demás.

Tan simple como eso.

La humanidad si es una miedra. La humanidad, si, es intolerante, irresponsable, sucia, idiota, insensible e insoportablemente ingenua. Pero al final...

Todos somos humanos, como ya lo dije, la humanidad te llega.

 El unico consejo para el idiota que piensa que es superior o inferior a todos los demás, al final de todo esto es:

Vive tu vida, cree en ti mismo, disfruta de todo lo que puedas en el momento que puedas y busca siempre, siempre, siempre a pesar de todo lo que se te interponga, a pesar de todo el mar de problemas que se te ponga enfrente, siempre:

SER FELIZ