Hola amigos bloquerosos
Ayer subi un poco de mi historia y ahora es inminente el que sepan quien realmente soy.
Dias despues de que mi carta fue recibida, yo seguía viendo a Sonia desde ventanas lejanas y se desvanecia poco a poco de mi vida.
No recuerdo la ultima vez que la vi.
Pocos meses despues dejé esa escuela y nunca más la volvi a ver.
Yo seguía pensando en ella.
Tenia su telefono, y su dirección y con todo la desesperación del mundo escribí esto:
Sonia:
Te escribo
una vez más, con lágrimas en los ojos y el corazón en la mano. Te
escribo solo para despedirme, para poder expresar el dolor que sufre
mi alma. Casi sin razones me despido, porque se que no podré oír tu
voz, ni ver tus ojos una vez mas. Solo hago esto para dedicarte un
poema, pues la depresión que me aqueja por no poder llegar a tu
alma, ha llegado a su punto cúspide, ha llegado a su fin. No creo
morir pues soy un cobarde, pero tú puedes considerarme muerto,
porque mi cuerpo seguirá aquí, pero mi alma se irá para nunca
volver.
El poema que
te dedico fue escrito hace muy poco, las palabras todavía siguen
frescas en mi mente y hasta puedo repetir algunas frases:
Hoy duermo pensando en ti
En tus ojos,
Los que me negaron ver tu
alma,
Los que veo con un amor
incomprensible
Esos que se cerraron para
nunca volver a verme.
Pienso en tus labios,
Que no se mueven más para
mí,
Que no dejan salir esas
palabras cándidas
Que no sonríen más por
mí.
La verdad...?
La verdad no existe más
para mí,
Pues me negaste todo tu
ser
Y cercaste tu mente a mis
ideas,
Porque la verdad...
La verdad es que no puedo
dormir
Pues los pensamientos me
invaden,
En la noche...
Una vez más
en un acto de cobardía... me despido. Te digo adiós sin olvidarte,
sin olvidar que todavía podría dar mi propia vida para poder pasar
un segundo más contigo.
Esta carta nunca salió de mi libro de notas
Mi vida fue tomando sentido poco a poco y siguió su cauce. Deje que pasaran años sin pensar en ella, o más bien, pensando en ella tanto, que no aceptaba que seguía ahi.
Casi un año despues de la primera carta, mi vida regresó a ser vida. Regresé a la escuela e hice un calculo de lo que habia pasado. Yo sé que parecería demasiado tiempo, pero mi obsesión de sobreanalizar las cosas es lo que me distingue.
Empecé a tomar a Sonia como un catalizador de escritura. Y las palabras fluyeron:
Sonia:
Ya no tengo
la intención de escribir poéticamente ni pienso decirte una vez mas
mis sentimientos. Solo quiero decirte algunas cosas que debí decir
hace mucho y que ni siquiera ahora me atrevo a decírtelas de frente.
El tiempo
sigue... ya ha pasado demasiado. Tal vez ya no haya razón en estas
palabras que te escribo, y te doy la razón de odiarme, porque se que
tal vez siempre me odiaras por lo que hice (lo cual entiendo
perfectamente, por todas las estupideces que cometí, y de las que
hasta hace poco me di cuenta)
En este
largo tiempo, he pensado varios problemas en mi vida vacía y he
tomado riendas de lo que se había desbocado y aunque no creo que
sean todavía suficientes, me doy permiso a mi mismo una vez más de
pensar en ti. Y aunque todavía no veo todos los errores y las malas
decisiones que tomé he llegado a varias conclusiones tangibles y una
de esas es la de pedirte perdón de rodillas, por todas las
estupideces que cometí.
Solo quiero
agradecerte por varias cosas en este último momento, pues esto es lo
más cerca que estaré de ti en toda la vida que me queda.
Te quiero
agradecer por abrir mi corazón... por darme la habilidad de poder
sentir una vez mas y de saber que si hay esperanza en esta planeta.
Gracias por todo el llanto que pase por mis propios errores y por
todas las enseñanzas que me diste. Me diste la habilidad de la
autoexaminación y me ayudaste a darme cuenta que no todo se puede
examinar fríamente. Me enseñaste lo que es realmente extrañar, lo
que es el dolor verdadero y la depresión y soledad por la que
alguien puede pasar y me diste todas las armas para poder enfrentarme
y comprenderme a mi mismo. En pocas palabras... me hiciste pelear una
vez mas por mi mismo y me diste la fortaleza para poder enfrentarme a
mis temores (el peor temor de todos era el de darte esta carta).
Todos los
poemas, cuentos e historias que alguna vez he escrito están
dedicados a ti, ahora te agradezco por ser mi musa una y otra vez,
todas las noches en las que interminablemente escribía, pensando en
lo que quedaba de tu imagen en mi mente. Te doy las gracias por
hacerme tratar de demostrar todo el amor de las cartas que nunca
recibiste y de los poemas que me daba miedo escribir.
Solo queda
una cosa por la que agradecer: Muchas... muchas gracias por haberme
enseñado a amar a alguien no solo por como es por fuera, ni por como
se ve o como se viste, sino que me enseñaste (tal vez ni siquiera te
diste cuenta) que el amar a alguien es amarla por lo que realmente es
y por lo que piensa, por su nobleza y hasta por el amor que se tiene
a si misma.
Te he
mandado un poema que escribí poco después de que te di la primera
carta, por favor léelo, pues mi arrepentimiento es interminable.
Ahora te
digo adiós una vez mas, y te agradezco con toda el alma que hayas
llegado hasta este punto de la carta.
Solo espero
que nunca olvides que realmente te quería... no sabes como te
quería.
Y ahora con
lágrimas en los ojos, escribo mis últimas palabras:
Se que todo
fue mi culpa y lo siento... perdóname.
Ernesto
“Estas
son mis palabras, mi agonía...”
Yo realmente pensaba que todo era mi culpa. El culpable de todo lo que me pasaba, era yo.
Y en cierta manera era cierto. Ella me dejó. Habia razones para ello, las cuales nunca pude encontrar.
¿Porque ella me dejo? No lo sé. A lo largo de mi vida he aprendido que hay preguntas sin respuesta. Y aprendí que yo no fui el culpable de lo que ella me hizo.
Pero aun así, hasta hoy en dia todas mis acciones son analizadas una y otra vez solo para evitar un impacto negativo en las personas que amo.
Un miedo al abandono se creaba.
Un miedo a la soledad se creaba.
Estaba en un circulo vicioso.
El autoanalisis maximizaba mi disociación y desapego social. La soledad se creaba por mi disosiación. Y el autoanalisis se creaba porque pensaba que habia algo malo en mi.
Poco a poco empezaba el espiral del que pronto hablaré.
Ahora, una pequeña explicación de porque hablo de todo esto:
Desde esta epoca en mi vida empecé un proceso muy extenuante de autoanalisis (en el cual sigo, pero no tan exhaustivamente como en ese tiempo). Todo el tiempo me sentía diferente y desapegado de la sociedad, como no comprendiendo si realmente era parte de la humanidad y debia de despreciarla o analizarla en cada uno de su procesos. Gracias a esto mi desapego fue aun más evidente. Una y otra vez me resistía a realmente vivir la vida, dejando de lado algunas cosas de las que ahora me arrepiento y cambiandolas por simple analisis. Si, a lo largo de la vida aprendí mucho "en cabeza ajena" (como dicen las mamás) y por lo tanto ahora ya con un poco de madurez y un conocimiento pleno de mi mismo, la vida se me hace muchisimo más facil y las decisiones son tomadas en cuanto a lo que realmente quiero y tomando en cuenta todos y cada uno de mis sentimientos en juego. Pero mi vida durante este proceso fue demasiado dificil, dolorosa, solitaria, extenuante, desesperante y el proceso fue tan largo como para olvidarlo de repente y me perdí de tantas cosas en esto, que hasta hoy en día las repercusiones siguen.
Y por eso hablo de esto empezando con ella. Esos años empezaron con Sonia, tal vez no por ella, sino porque me dejé ser humano... la humanidad me llegó (de lo cual hablaré despues).
Y la humanidad a todos nos llega. Y nos damos cuenta de que la vida es demasiado corta para desecharla en lloriqueos y lamentaciones.
Espero seguir pronto con esto, y tambien espero que todo no sea en vano.
Gracias
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